Una gargantilla única para representar el deshielo ártico consecuencia del cambio climático. La pieza, dividida en dos partes articuladas, posee un lado realizado en oro blanco y gotas de titanio azul intenso como los ríos del deshielo que llegan al océano en su máximo esplendor. Alrededor de ellas podemos distinguir pequeñas incisiones en forma de gotas que avanzan hasta el lado opuesto. En él se abren grietas de oro blanco y diamantes sobre aguamarinas en bruto reflejando la rotura del hielo hasta culminar en la formación de la lágrima de agua, un colgante en el que descienden diamantes ice convertidos en diamantes blancos para finalizar la gota.
Diamantes de hielo, un compendio de belleza y tragedia.